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ISRAEL MARTIN: MI HISTORIA

Bueno, si has acabado en esta parte de la web, es porque te ha picado un poco la curiosidad. Y ya que estás aquí, supongo que toca contarte algo más sobre mí. No soy precisamente un experto hablando de mí mismo, pero allá vamos



Mi nombre es Israel Martín, y llevo en este mundo 36 primaveras, y nunca mejor dicho, pues mi mes es Abril. Naci en Madrid, concretamente en la ciudad de Leganés, pero nunca he vivido ahí, sino en un pueblecito más al sur "Humanes de Madrid".

Estudie primaria, secundaria y Bachiller en un instituto de mi pueblo y, tras aprobar la selectividad, me decante por una FP de grado superior en lo que me gustaba, la Realización de Audiovisuales. Una vez finalizado con éxito, estudie la carrera de Periodismo y Comunicación Audiovisuales, pero veia que eso no es lo que realmente me gustaba, asique opte por la FOTOGRAFÍA.

Durante mucho tiempo trabaje para modelos y firmas, pero no es lo que me gustaba, pues no "llenaba como profesional" asique decidí dar un paso mas y ofrecerme como fotógrafo de eventos (Bodas, Bautizos y Comuniones) y ahí vi que eso era mi gran vocación. 

Obviamente los comienzos no fueron fáciles, aunque tuve a un gran maestro y mentor que me ha enseñado todo lo que se a dia de hoy, aunque siempre, y por mucho que uno sepa, a dia de hoy.... sigo aprendiendo.


MIS PRIMERAS FOTOGRAFÍAS

A parte de hacer fotografías para firmas y modelos, lo que realmente me inspiró y me llamó la atención de la fotografía fue las fotos de paisajes, de naturaleza viva. Me considero un afortunado de poder viajar y fotografiar paisajes maravillosos, de esos que cuando los ves diad "WOW". Pues esas fotografías son las que me inspiraron a empezar.

 Recuerdo uno de mis primeros viajes con mi primera cámara réflex en la mano, fui a Roma con un grupo de amigos, un viaje inolvidable del que me traje miles y miles de fotografías de todos los sitios y monumentos de la ciudad. Después de esas, vinieron mas de 10 destinos distintos diferentes.

Y eso solo era el principio...

MI PASIÓN

Con el tiempo, la cámara se volvió mi compañera inseparable en cada escapada. Al principio era solo por puro gusto: disparar por disparar, sin pretensiones, simplemente porque me encantaba capturar lo que veía. Cada viaje terminaba con miles de fotos almacenadas y una sensación de querer hacer algo más con ellas. Empecé a explorar formas de darle valor a todo ese material, soñando con poder dedicarme algún día a lo que realmente me hacía feliz. Probé suerte con la fotografía de stock, que aún hoy me da alguna que otra alegría. Durante un tiempo esquivé todo lo relacionado con eventos porque creía que limitaba demasiado la creatividad… y lo último que quería era acabar haciendo fotos por compromiso. Pero mira tú por dónde: un día me colé en una boda y, sin esperarlo, descubrí un mundo que me atrapó por completo

¿COMO ACABÉ HACIENDO FOTOGRAFÍA DE BODAS?

No voy a mentirte: al principio, las bodas no me llamaban nada la atención. Me imaginaba siempre lo mismo —poses forzadas, momentos predecibles, cero margen para ser creativo— y pensé que eso no era para mí. Pero un día, por pura casualidad, me topé con un anuncio de una pareja buscando fotógrafo. Les escribí, les conté sin rodeos que no tenía experiencia en bodas… y, para mi sorpresa, confiaron en mí. Ese fue el punto de partida.

Lo que vino después me desmontó todos los prejuicios: me di cuenta de que cada boda es una historia distinta, con su ritmo, sus emociones y un sinfín de momentos irrepetibles. Y lo mejor: que podía volcar mi creatividad sin renunciar a la autenticidad. Pasé de fotografiar paisajes en silencio absoluto a sumergirme en días cargados de energía, abrazos, nervios y carcajadas. Y me enganchó.

Después de esa primera experiencia vinieron muchas más. Tuve la suerte de trabajar como asistente junto a un fotógrafo que me enseñó muchísimo, desde aspectos técnicos hasta cómo moverse en el caos organizado de un gran día. Durante varias temporadas fui acumulando aprendizajes, experiencias y confianza. Hasta que llegó el momento de volar solo.

Así nació mi aventura como fotógrafo de bodas. Ya ha pasado casi una década desde entonces, pero sigo con las mismas ganas de seguir aprendiendo y creciendo. Porque en esto, como en la vida, siempre hay algo nuevo por descubrir.

SOMOS UN EQUIPO

Ahora ya me conocéis a mi, pero he de confesaros que no estoy yo solo. Hasta hace relativamente poco estaba yo solo, pero siempre he pensado que siempre más fotos de eventos es mejor, aunque no es la cantidad, sino la calidad. Por eso, he decidido ampliar mi equipo y ahora siempre, en los eventos, somos 2. Todos nuestros pack incluyen a dos fotógrafos sin coste adicional, ya que todo esta incluido. Eso es por que quiero dar una perspectiva más amplia.

 Os pongo un ejemplo: cuando antes me iba a fotografiar a los novios, perdia muchos momentos del cocktel que se estaba celebrando a la par, al igual que en la ceremonia, que siempre estás más centrado en los novios y pierdes la noción de las emociones que se viven. Por ese mismo motivo, he dedido que a partir de ahora siempre seamos dos en el equipo, así todos salimos ganando.

contenidos © Israel Martincreado en Bluekea